jueves, 17 de enero de 2013

LA FE DE LOS HUMILDES


Foto publicada el 23/12/12 en la edición impresa de la Revista del Diario La Nación

Como cada comienzo de año la fé de aquellos que tenemos mucho para hacer, de los que venimos de atrás, de los que nos sentimos golpeados porque nuestras expectativas no se cumplieron, es el refugio desde el cuál rescatamos nuestras esperanzas renovadas para volver a soñar con ese año que todos deseamos.
Directamente se puede mimetizar un club de gente laboriosa que comprende los sectores mas marginales de nuestra Lomas de Zamora, con curas villeros como el Padre Pepe que abraza la lucha cotidiana para pelear mano a mano por el crecimiento de los mas desfavorecidos. Nosotros tenemos mucho por crecer y lo necesitamos.
Podemos fijar nuestra atención en la foto hasta sentirnos dentro de la misma, hasta ponernos la camiseta y abrazarnos fraternalmente al padre pidiendo una bendición para nuestro amado Los Andes con el simple deseo de que la cosa cambie en la cancha.
Quizás en la fe encontremos eso que nos falta para transformar nuestras buenas intenciones y nuestro orden institucional, en una realidad futbolística mejor que nos genere algo de alivio y hasta alguna satisfacción que desde nuestro sufrido lugar tanto nos merecemos.
Desde este blog demorado en su actualización a la espera de un milagro personal desde hace mas de un año, invocamos otro milagro mas para nuestro querido Mil Rayitas. Condicionamos nuestra difícil vuelta ahora a la concreción de los dos milagros mientras esperamos tratando de renovar nuestra esperanza en un abrazo de amor como este.
Entre recuerdos de nuestra bonita princesa Jazmín, entre recuerdos de tantos amigos hinchas y entre recuerdos de tantos familiares que han acompañado alimentado en su presencia este enamoramiento progresivo por nuestro club; encontraremos mas motivos para dirigir nuestra mirada al cielo a la hora de pedir por él. Entonces desde el consuelo, desde el amor, desde los que no están y con la fé ilimitada que solo los humildes sienten; tenemos que encarar esta nueva etapa.
Que la sangre del señor se derrame en nuestra sangre Mil Rayitas para tener un buen año, porque Los Andes es nuestra sangre, sangre bendita con un amor profundo que agradecemos cada mañana.