FELIPE EL HERMOSO

Ahora si encontraron el haz de luz que necesitaban para dar continuidad al reinado de Felipe De la Riva en Los Andes. Era cuestión de esperar un buen resultado y alguna actuación mas o menos convincente que iluminara esta oscuridad bajo la cual el propio DT cayó  un poco por soberbia, otro tanto por sus mentiras y mucho por no coincidir el juego que él promueve con el que nuestra historia nos exige.

Entonces bajo el tibio reflejo de un triunfo en la primera ronda de la Copa Argentina contra un Merlo maquillado con algunos titulares, vieron los dirigentes el sendero para seguir conduciendo nuestro destino futbolístico hacia la nada misma. Habrá que seguir aguantando este camino lleno de entusiastas empates, con pocas derrotas dignas y algunos triunfos tan espaciados como sobredimensionados.

Es que el monarca acostumbrado a vivir entre la espada que le corta la cabeza y la que lo bendice con su continuidad en el trono, bebió el cáliz del triunfo para seguir gobernando desde su banco. Tuvieron que esperar con la espada elevada en sus manos bastante porque el descontento del hincha es muy grande, pero encontrarán ahora el resquicio que tanto necesitaban y gritarán “Dios salve al Rey, larga vida al Rey”. Y así, como en su momento, de espaldas a los hinchas trajeron a este entrenador “no deseado”.  Hoy ante el disgusto de gran parte de los que estamos siempre podrán renovarle a “El Hermoso” por un período larguísimo. Un castigo demasiado severo con una condena excesiva para los que queremos ver buen fútbol en Lomas.

Pero el rey Felipe los tiene seducidos, le dieron las llaves de nuestras tierras para que gobierne a su antojo. Por eso no duda en comprometer el patrimonio del club haciendo jugar a Soriano infiltrado para mantenerse en su trono, haciéndonos asumir el riesgo de una lesión mayor solo para satisfacer sus urgencias. Al igual que lo hizo contra Temperley en el segundo tiempo donde lo puso en su afán por mantenerse, acrecentando la gravedad de su crónica lesión.

Consentido como todo rey ha recibido todos los chiches que pidió, se ha hecho su voluntad, pero se queja por las inclemencias del calendario.

Pero como todo soberano cuenta con su séquito de seguidores que lo felicita por los empates, le agradecen por evitar un descenso del que nos salvó San Telmo, lo endiosan por una campaña que es la cuarta mejor de las últimas seis nuestras en la categoría y lo alaban mientras se suben a su mentira para creérsela ellos mismos quizás porque realmente lo aman o tal vez porque no quieren aceptar errores propios.

La cuestión es que ahora intentó sumarnos otro motivo de alabanza al plantearnos que recibió importantes ofertas de categorías superiores para ir a otro lugar, pero optó por quedarse con nosotros. En una fabula donde devenido en héroe autoproclamado se sacrifica al optar por nuestro club sobre otros mejores en un sacrificio que no le pedimos, ni queríamos tampoco.

En fin, el señor de las pelotas escondidas y las pesitas en la cancha los tiene en una mano, por eso seguirá siendo para los que dirigen el fútbol Felipe el Hermoso. Nosotros seguiremos siendo los malintencionados que osamos mostrar una verdad que tenemos que ver por el bien del club, pero que atenta contra los intereses de quien seguirá coronado. No tenemos sangre azul, nuestra sangre es roja y de Los Andes. Desde siempre y para siempre.

LA GRAN ESTAFA

Casi unánime fue el desacuerdo con la dirigencia cuando trajeron a este técnico totalmente opuesto al paladar futbolístico de la mayoría de los hinchas. Claro, es el mismo que festejaba con champagne mientras muchos de nosotros llorábamos en nuestras camas un descenso tan injusto como viciado de nulidad. Es ese mismo hombre que hablaba del apoyo municipal, que recurrió a todas las malas artimañas para ganarnos la promoción, que se quejó por ser local en Almagro y que logró que nos perjudicaran los árbitros en ambos partidos de forma tal que con un equipo muy superior nos volvimos a esta categoría.

De nada sirvieron sus pésimas experiencias en Chacarita y Tristán Suárez para abrir los ojos de nuestros dirigentes, que a veces persiguen la zanahoria del éxito con un nivel de inocencia que roza la ternura pero resulta peligroso.

Pero vamos al presente y desenmascaremos la estafa detallando las mentiras de un tipo como De la Riva que nos miente en la cara y se burla de nosotros los hinchas que siempre estamos y estaremos:

# Mentira 1:  Hace rato que Los Andes no tiene un arranque de campeonato tan bueno.

En 15 fechas tenemos 23 puntos (varios de ellos sobre la hora y/o sin merecerlos como Temperley, Chacarita, Almagro y Fénix) sobre 45 en juego. Si tomamos como referencia los últimos cinco torneos de Los Andes en Primera “B” vemos que en 15 fechas solo sacamos menos puntos en los dos que luchamos el descenso (‘12/’13 con 18 puntos y ‘10/’11 con 11). En la pobre campaña de Cascini (11’/12’) teníamos a esta altura 22 puntos y luego ganamos tres partidos seguidos con lo que llegamos a 31 (De la Riva tendría que ganar 3 partidos seguidos ahora para mantenerse un punto por sobre esta campaña). Por otra parte en otros dos torneos teníamos a esta altura mas puntaje (07’/08’ con 26 puntos y 09’/10’ con 28). Por lo que a nuestro DT que desconoce nuestro club le aviso que aún en malas campañas hemos tenido arranques mucho mejores y si se intenta justificar este inicio desde la cosecha de puntos le estoy mostrando que la misma es regular. De todas formas es mas justificable hacerlo desde el puntaje que desde un rendimiento que hasta aquí es pésimo.

Visto esto que deje de atribuirse méritos que aún no tiene, los murmullos y enojos de la gente en la cancha no son casuales ni gratuitos, se los ha ganado por lo que muestra cada fecha.

# Mentira 2: Equipo ofensivo.

Este DT se llenó la boca hablando del buen trato de pelota y de ser ofensivos, pero ahora recurre a conceptos cercanos a su verdadera ideología cuando se refugia de las críticas en el hecho de que somos la valla menos vencida y el equipo que menos perdió. Claro a eso habría que agregarle que Gagliardo fue figura en por lo menos tres partidos de los quince, para entender que el funcionamiento defensivo es bueno pero está idealizado. Esta mentira del equipo ofensivo queda aún mas expuesta cuando recurrimos a la tabla de goleadores y vemos que entre todos nuestros delanteros marcaron 4 goles de jugada mas 3 de penal (habiendo anotado 4 delanteros distintos). Y esto no se debe a un problema de definición, este equipo no genera situaciones de gol. Solo hagan memoria en estas quince fechas cuantos mano a mano a nuestro favor vieron en el Gallardón (yo no recuerdo ninguno).

# Mentira 3: Salir jugando del fondo.

Nos hace asumir riesgos constantes en la salida para que llegados a tres cuartos y sin ideas futbolísticas terminemos en un pelotazo intrascendente desde tres cuartos de cancha. Nos exponemos sin necesidad porque luego terminamos no generando nada. En una palabra esas salidas del fondo forman parte sustancial del humo que nos está vendiendo desde comienzo del campeonato. Genera mas peligro en nuestra contra, que buen juego pasada la línea defensiva.

 # Mentira 4: Dar lugar a los chicos del club.

A Bevaqua el mejor jugador del año pasado lo borró hasta hace una fecha que por la presión de la gente se vió obligado a ponerlo (en el banco). Luego no pone ni en el banco siquiera a ninguno de los chicos del club. Es mas, sobraron oportunidades para que Lucho juegue y aún ante el enojo del hincha siempre puso a Belforte que en todos los casos jugó muy mal. También intentó antes que con Lucho con el ignoto Roldán, a quien le da rodaje en todos los clubes que pisa este DT.

# Mentira 5: El cansancio.

Digamos que es una excusa no una mentira para darle un poco de crédito a algo de todo lo  que dice Felipe. De base jugamos quince partidos como todos. Es más uno de ellos lo jugamos en cuotas (con Platense), cosa que agradecería cualquier preparador físico porque los 30 minutos restantes son casi el tiempo de un entrenamiento intenso. Ganó tiempo de recuperación por la suspensión con Chicago y luego lo pudimos jugar el día que mas cómodo nos quedaba (justo antes de las elecciones). Quizás si suframos un cansancio adicional por el desgaste de tener que sumar todos los puntos posibles solo en base a sobre-esfuerzos para sobreponerse individualmente a lo que el equipo no genera. Si el equipo generara juego, el esfuerzo seria mucho menor, no habría cansancio ni lesiones.

# Mentira 6: Armar una base.

Cuando recordábamos años anteriores a esta altura (fecha 15), ya se podía discernir claramente titulares de suplentes en casi todas las posiciones. Hoy lo más preocupante a esta altura es el desconcierto de De la Riva. No hay un 8 titular, ni un 11, ni un 7, ni un 9 y mucho menos un 10. Habló de armar un equipo y hoy estamos muy lejos de conseguir eso.

Esto es solo un pequeño detalle para entender que buena parte de los argumentos de este técnico son una mentira o peor aún desnudan otra mentira del propio DT. Que no nos sigan engañando, esto es una gran estafa y nuestro club la está sufriendo.

SOBRE ALBERTO RINCÓN

La postura de Alberto Rincón criticando a algunos de nosotros desnuda un poco lo que generan estos técnicos sin consenso y lejanos a la identidad futbolística del club, en el seno del mismo. Lo escuché luego de la transmisión descalificar la opinión de los hinchas que opinamos en las redes sociales y pedir a dirigentes y cuerpo técnico que no le den importancia a las mismas.

Me parece que Alberto está muy  equivocado porque estos hinchas somos los que siempre estamos, él mejor que nadie tiene que saber que los técnicos están de paso y suelen no sentir nada por el club (en este caso mas aún cuando De la Riva se dirige a nosotros con bronca y hasta ironía); por lo que nuestra opinión no puede ser descalificada como lo está haciendo este relator.  Habría que aclararle que su lectura de esta actualidad por ser ejercida desde una función periodística no es mas valiosa que la del resto de los hinchas.

De hecho si vamos a calificar las opiniones, podemos  notar que los que apoyan a De la Riva suelen argumentar alguna de sus mentiras enumeradas anteriormente en el menor de los casos y en el mayor de ellos solo acompañan su apoyo en argumentos tribuneros mas vinculados al aguante y al vamos a alentar siempre. Por otra parte, de este lado una gran parte de hinchas decimos que este DT no es bueno para Los Andes tratando de esgrimir argumentos sólidos o por lo menos elaborados.

Inclusive Rincón debería posicionarse en un lugar mas cercano a sus colegas y a los hinchas que plantean una realidad que al DT le molesta, pero que no por nada es la que vemos la mayoría de los que creemos que su renuncia es el mejor camino. Digo, debería, porque con un Cascini que con 18 partidos jugados tenía una campaña posiblemente mejor que la que logremos este año el sufrió la injusticia de ser tratado como golpista cuando Alberto solo opinaba en función de un Los Andes mejor como todos lo hacemos.

En el comentario de su página Fútbol en Mil Rayitas del partido con el colista Colegiales escribió: “Acalla, en cierto modo, las voces críticas que comenzaron a escucharse y que solo sirven para generar malestar e incertidumbre que no le hace nada bien al plantel”. En este frase se muestra la misma postura lamentable de su último comentario radial, pidiendo que se acallen opiniones y marginando la opinión de gran parte de los hinchas; mostrando además un llamativo cambio de postura respecto a las consideraciones sobre el trabajo de Cascini y el de Felipe.

Como en su momento los apoyamos y ustedes no tenían que callarse con Cascini, nosotros no tenemos porque hacerlo ahora. En todo caso le hacen un gran mal al plantel si le mienten y le dicen que estamos jugando bien y la campaña es buena.

Como hincha me duele y me molesta lo que está haciendo un relator tan importante para la historia de Los Andes, porque luego se irá este técnico como tantos otros y quedaremos los hinchas a los que nos está acusando de hacerle mal a nuestro club. Nadie nos acalla, no hay derecho, menos aún este DT que no nos gusta, que no respeta la ideología futbolística que queremos y que aún no ha cosechado ningún mérito en NUESTRO amado Los Andes.

Ariel Crivellé