Este fin de semana Los Andes enfrentó a Lamadrid quedándose con tres puntos y miles de interrogantes sobre los que tendrá que trabajar en el transcurso de la semana.
Pintaba para ser una tarde para disfrutar a plena luz del sol, empachándonos con goles como hacia rato no lo hacíamos. Sin embargo, nos encontramos con un equipo tibio que cerca del final fue acosado por las sombras de los golpes recibidos en el epílogo para terminar invadido por la angustia aún cuando el rival no generaba nada.
Tendrán que acostumbrarse los jugadores a cambiar su filosofía de cierre en cada duelo, porque hay que jugarlos en vez de sufrirlos.
Tendrá este equipo que mostrar algo de brillo, es hora de iluminarse nuevamente para empezar a mostrar algo del fútbol que en algún momento insinuó.
Muchachos, estos tres puntos llegan con un cartel de atención gigantesco y nos deja varios interrogantes. Vamos a trabajar en la semana con todo, a cambiar la mentalidad para terminar los partidos y a intentar algo mas desde el juego. Tenemos un buen plantel. Los Andes es fútbol y temperamento, demuestren que Los Andes es su sangre.
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