Bienvenidos. Veremos adonde nos lleva esta idea de generar un espacio distinto donde podamos analizar desde el corazón y basados en los sentimientos, lo que genera en nosotros nuestro amado Los Andes. Para todos aquellos que compartimos la certeza de saber que cada gota de nuestra sangre contiene un ADN Milrayitas, tan puro como diferenciable del resto de los equipos que dificilmente comprendan esto que sentimos. Es que por este Los Andes que es de muchos miles nos une un amor tan fuerte que todos lo asumimos como propio.
Desde el momento que la bella imagen de nuestro perfectamente geométrico escudo se dibuja en nuestra en mente o aparece ante nuestros ojos, nos abstraemos absolutamente de todo para contemplar con admiración cada momento a la espera de novedades.
Estas sensaciones resultan incontenibles cuando pisamos el Eduardo Gallardón y contemplamos una de nuestras mas maravillosas obras. Gigante, hermoso e ideal disputar el fútbol más lírico imaginable; nos genera la incontenible ansiedad de perdernos en su interior para sentirnos a gusto ante el calor que solo puede generar nuestro hogar.
En sus adentros sabemos que encontraremos el fuego sagrado de una camiseta que esconde tras cada una de sus rayas por lo menos mil historias. Historias nuestras, de nuestros amigos, de nuestros abuelos y de todo un pueblo de Lomas de Zamora que viste la ciudad con miles de bastones rojos y blancos hasta que no quedan dudas que la ciudad completa nos pertenece.
La sede, la pileta, Villa Albertina, los deportes, los ídolos del club, la hinchada y los socios; forman parte de este matiz interminable de cosas que nos enorgullecen. Cosas en las que descansan parte de los sueños que a diario nos movilizan por nuestras actividades no dejándonos descansar a la maravillosa obsesión de amar este club.
Todo es Los Andes, todo hace a Los Andes. Porque Los Andes es nuestra vida, porque Los Andes somos nosotros, porque Los Andes soy yo y porque LOS ANDES MI SANGRE.
A LOS JUGADORES
Muchachos. Hagan de Los Andes su sangre también. Se los elige por su técnica para jugar en un club que obligado por su cancha e historia debe jugar un fútbol de calidad. Entonces respetando esa lírica indispensable para sacar provecho de esas dimensiones cuasi brasileñas que tiene nuestra campo de juego; les pedimos que dejen todo. Si hacen del C.A.L.A. su sangre, sumarán a ese talento por el que los elegimos lo necesario para sacar adelante nuestro amado club. Entonces como su vida depende de su sangre, corran dejando mas aún que todo en cada pelota, presionen, ambicionen y ataquen con la desesperación de quien siente que lo que está entre sus manos es algo propio que defenderá con pasión. Porque el éxito de nuestro Los Andes nos hará felices, los conducirá a otros éxitos y los eternizará en el cariño de una hinchada que respeta a quienes dejaron el corazón y todo lo demás por nuestra gloriosa camiseta. Apelen a su fuerza interior y salgan a ganar, recuerden que están en Lomas y desde hoy LOS ANDES ES SU SANGRE.
Desde el momento que la bella imagen de nuestro perfectamente geométrico escudo se dibuja en nuestra en mente o aparece ante nuestros ojos, nos abstraemos absolutamente de todo para contemplar con admiración cada momento a la espera de novedades.
Estas sensaciones resultan incontenibles cuando pisamos el Eduardo Gallardón y contemplamos una de nuestras mas maravillosas obras. Gigante, hermoso e ideal disputar el fútbol más lírico imaginable; nos genera la incontenible ansiedad de perdernos en su interior para sentirnos a gusto ante el calor que solo puede generar nuestro hogar.
En sus adentros sabemos que encontraremos el fuego sagrado de una camiseta que esconde tras cada una de sus rayas por lo menos mil historias. Historias nuestras, de nuestros amigos, de nuestros abuelos y de todo un pueblo de Lomas de Zamora que viste la ciudad con miles de bastones rojos y blancos hasta que no quedan dudas que la ciudad completa nos pertenece.
La sede, la pileta, Villa Albertina, los deportes, los ídolos del club, la hinchada y los socios; forman parte de este matiz interminable de cosas que nos enorgullecen. Cosas en las que descansan parte de los sueños que a diario nos movilizan por nuestras actividades no dejándonos descansar a la maravillosa obsesión de amar este club.
Todo es Los Andes, todo hace a Los Andes. Porque Los Andes es nuestra vida, porque Los Andes somos nosotros, porque Los Andes soy yo y porque LOS ANDES MI SANGRE.
A LOS JUGADORES
Muchachos. Hagan de Los Andes su sangre también. Se los elige por su técnica para jugar en un club que obligado por su cancha e historia debe jugar un fútbol de calidad. Entonces respetando esa lírica indispensable para sacar provecho de esas dimensiones cuasi brasileñas que tiene nuestra campo de juego; les pedimos que dejen todo. Si hacen del C.A.L.A. su sangre, sumarán a ese talento por el que los elegimos lo necesario para sacar adelante nuestro amado club. Entonces como su vida depende de su sangre, corran dejando mas aún que todo en cada pelota, presionen, ambicionen y ataquen con la desesperación de quien siente que lo que está entre sus manos es algo propio que defenderá con pasión. Porque el éxito de nuestro Los Andes nos hará felices, los conducirá a otros éxitos y los eternizará en el cariño de una hinchada que respeta a quienes dejaron el corazón y todo lo demás por nuestra gloriosa camiseta. Apelen a su fuerza interior y salgan a ganar, recuerden que están en Lomas y desde hoy LOS ANDES ES SU SANGRE.
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