Segundo triunfo consecutivo que por ahora solo invita a imaginar un año mas tranquilo que el anterior, al equipo le falta un montón pero sigue sumando.
La actitud está en el nivel que precisa este equipo para sus pretensiones de pelear arriba, aunque el fútbol le viene quedando bastante lejos. Esa actitud ayudó a que se sobrepusiera a un primer tiempo tétrico y se llevara otros tres puntos para los que preferimos aún no analizar merecimientos.
Muestra signos de vida positivos en cuatro aspectos fundamentales siempre muy reclamados en Lomas, un 1, un 2, un 10 y un 9.
El arquero atajó muy bien cada vez que lo buscaron, pero también intervino en la prevención de jugadas de riesgo. Ese gran mérito cortando centros y pases en profundidad que no son siempre su obligación, nos evitó varios dolores de cabeza que el año pasado solían terminar en gol.
El 2 es un perro en serio, un perro de caza, y eso es muy útil en su función. El tipo corta, cabecea y domina su cueva con tal recelo que a medida que avanza el partido su figura parece agigantarse.
El 10 todavía tiene que aparecer más, pero dio pinceladas de su talento que nos hacen pensar que puede ser el enganche que tanto necesitábamos desde hace años.
Il cappo cannioneri empieza a mostrar pergaminos y con esto nos está dejando tranquilos respecto a la ausencia de reemplazante natural que tiene.
Muchachos hay que soñar despiertos. Soñar porque este equipo tiene base para darnos una gran alegría, pero a la vez hay que estar despiertos porque no se encuentra el funcionamiento, hay varias cosas que preocupan y es importantes corregirlas rápido.
En la medida en que los jugadores sigan dejando su sangre y con esta hinchada todo es posible. Cumplo con el título de la nota y en consecuencia non parlo di doping, solo de este Los Andes que es el estimulante que nos empuja todas las semanas por nuestras vidas a la espera de otro triunfo.
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